Junta de Fiscales Supremos se reúne tras designación de Pablo Sánchez como fiscal de la Nación interino

La Junta de Fiscales Supremos se reunió hoy luego de nombrar a Pablo Sánchez Velarde como fiscal de la Nación interino, tras la culminación del mandato de Zoraida Ávalos. Esta designación representa un cambio temporal en la cúpula del Ministerio Público mientras se espera que el Congreso elija a un nuevo titular para el cargo de fiscal de la Nación. Pablo Sánchez, quien asumió sus funciones de manera interina, es reconocido como un fiscal anticorrupción con experiencia dentro del Ministerio Público. Su nombramiento fue aprobado conforme al proceso previsto en el ordenamiento legal vigente que establece que, ante la salida del fiscal titular, el primero de la Junta de Fiscales Supremos asume provisionalmente la fiscalía hasta que la Junta Nacional de Justicia culmina la selección definitiva. La reunión de la Junta de Fiscales Supremos tiene como objetivo principal coordinar las labores del Ministerio Público durante este periodo de transición, así como garantizar la continuidad en la lucha contra la corrupción y otros delitos de alta complejidad. En este marco, la Junta evaluará la situación institucional y administrativa, reafirmando el compromiso de mantener la estabilidad y la autonomía del organismo. Este proceso de designación interina no implica cambios en las funciones ni en la estructura del Ministerio Público, y la vigencia del nombramiento de Sánchez es temporal mientras se completa el proceso de selección vigente por parte del Congreso, que tendrá la responsabilidad de elegir al nuevo fiscal de la Nación. Es importante destacar que no existe obligatoriedad para que el interino mantenga la continuidad en el cargo más allá del proceso de selección, por lo que la eventual fiscal titular podría ser diferente. La designación interina de Pablo Sánchez difiere del anterior nombramiento titular, que correspondió a Zoraida Ávalos durante un periodo completo y con carácter definitivo. La gestión de Sánchez se enfoca en la estabilidad y continuidad institucional más que en la implementación de nuevas políticas o cambios estratégicos significativos. En conclusión, la Junta de Fiscales Supremos está actuando conforme a la normativa para dar estabilidad al Ministerio Público en un momento de transición, asegurando la gestión ininterrumpida de la fiscalía y preparando el terreno para la pronta designación del nuevo fiscal de la Nación designado por el Congreso [1][2].